En esta exposición transformé el vidrio en un puente entre poesía y sabor.
UTATOFUUMI - 2008
El espectador podía interactuar cerrando y abriendo los ojos frente a las máscaras del teatro Nō, imaginando nubes, peces o naranjas que emergían en la superficie del vidrio. El bonsái, como árbol central, fue la idea base que conectó todas las piezas.
Cada obra proponía una dinámica diferente: en una, los ojos cerrados revelaban un gesto; en otra, aparecían naranjas o paisajes etéreos. La exposición se articuló además con la experiencia gastronómica: mientras los participantes degustaban la comida, descubrían la obra de vidrio oculta bajo los platos.
UTATOFUUMI
unió el arte en vidrio con la poesía y el sabor, invitando a un diálogo entre lo visible y lo invisible, lo efímero y lo perdurable.