Estas personas estando cerca de cumplir su objetivo, al llegar a la frontera que anhelan, se enfrentan con un nuevo sistema defectuoso que los mantendrá estancados en un limbo legal. Refugiados, emigrantes y viajeros (a diferencia de los turistas) se ven forzados, en estos lugares, a reinventarse bajo nuevas y confusas condiciones, debiendo aceptar una cruel invitación a adaptarse o regresar a un destino indudablemente trágico.
Decido hacer un robotino refugiado que exprese en una obra en vidrio los distintos enfoques del proyecto de Elena y toma imágenes de la presentación del proyecto en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito donde ella expresa con un performance la sensación de indefensión que sintió en las distintas fronteras en especial las imágenes en Ecuador, y traslada a estas ¨Sombras de Elena¨ en personajes que están dentro del robotino, unas de un lado de la frontera y otras en el otro lado, incluye un soldadito de juguete que está presente en la presentación de imágenes.
Por eso en el robotino decide poner vitral de colores en los laterales, incluir luces led en el interior y toda la parte robótica (arduinos, led, sensores, etc.) que tiene la colaboración de Carlos Iturralde y Antonio Canela que ayuda a asentar las ideas.
En resumen UN-RBOT, se prende y camina al toparse con un obstáculo, se paraliza y comienza a hacer sonidos, además prende las luces led para que las ¨Sombras de Elena¨ se insinúen en el vitral de colores y todo esto intentando que este robotino refugiado consiga persuadir al espectador haciendo que vea sus colores y sonidos para luego volver a moverse y huir.